MEDITACIÓN

04.05.2020

Hay circunstancias en las que la simple idea de meditar puede parecer una utopía... "con el lío que tengo yo ahora mismo como para ponerme a meditar","es que no tengo un sitio adecuado en casa para meditar"... y muchas frases más que si nos observamos seguramente nos encontremos con que en realidad son resistencias.

Meditar es un acto de estar con uno mismo y esto si no estamos acostumbrados puede provocar bastante vértigo. Pues en uno mismo están las sombras, pensamientos, emociones rechazadas... y si esto nos incomoda pues hacemos por no mirar ahí, hacemos por no abrir ese cajón y miramos hacia otro lado, pensando que así todo será mas fácil y más liviano.

Pero queramos o no todo lo que no aceptamos de nosotr@s mismos, todo lo rechazado... se ve proyectado en nuestro mundo, en las personas con las que tratamos, en nuestro trabajo, familia... etc.

Como dice CG Jung: "Lo que niegas te somete. Lo que aceptas te transforma"

Si de primeras no estamos acostumbrad@s a meditar, tomándonos los minutos que sean necesarios (lo ideal es ir progresivamente aumentando el tiempo, pero podemos empezar por 5 minutos) estando sentados con la espalda manteniendo una verticalidad, focalizando en la respiración al inspirar y al expirar... podemos recurrir a otros tipos de meditaciones igualmente efectivas. Como son las meditaciones activas.

Yo personalmente considero que estas meditaciones poseen un alto porcentaje de efectividad sobre personas con tendencia al control y a la sobreactividad en el día a día. Al menos durante el proceso hacia una meditación mas estática físicamente. La meditación activa es una práctica meditativa para estar AQUÍ Y AHORA. Estar presente en el momento. Puedes emplear la meditación activa cuando paseas observando cada uno de tus pasos, observando a cada instante tu cuerpo y su respiración. Poner la atención en los latidos del corazón también nos ayudará.

Y en estos días de confinamiento en los que estamos resguardados en casa, podemos emplear la meditación activa en actividades tan rutinarias como pueden ser fregar, lavarnos los dientes, limpiar, cocinar... se trata de observar, estar presente en cada uno de los pasos de la actividad que realizo. Y si la mente viaja a pensamientos del pasado o del futuro ¡no pasa nada! Con total amabilidad hago por darme cuenta de esto y regreso al momento presente. Observar la actividad mental y su intención de ir de un pensamiento a otro como cuando estás esperando al metro y ves los trenes pasar delante tuya (que es lo denominado conciencia Testigo).

Te propongo el siguiente ejercicio:

Elige al menos una vez al día una actividad en casa.

¡Sin juicios! sea la que sea (a poder ser una actividad que te motive en cierto modo hacer)

Y juega a observar cada uno de los movimientos que realizas para desempeñar dicha actividad.

Observa cómo responde a estos estímulos tu cuerpo ¡todo lo que suceda está bien!

Obsérvalo ayudándote de la respiración. Que ella sea tu aliada en esta actividad.

Al terminar te invito a que escribas en un papel cómo te has sentido al respecto y los pensamientos y sentimientos que has ido observando.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar